Después de meses y más meses dándole vueltas al asunto, en el BOE del día 19 de junio se publica la Orden que impone el canon digital.
Como todas las medidas arrojadas y valientes, tendrá efectos el primer día de vacaciones (1 de julio), unos meses después de las elecciones generales.
A los beneficiarios de este canon se les garantiza, vía revisiones anuales, unos ingresos adicionales anuales no superiores a 117.800.000 euros ni inferiores a 110.200.000 euros.
No más de DIECINUEVE MIL SEISCIENTOS MILLONES DOSCIENTAS SETENTA MIL OCHOCIENTAS pesetas ni menos de DIECIOCHO MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y SIETE MILLONES SETECIENTAS TREINTA Y SIETE MIL DOSCIENTAS pesetas.
No obstante, sin duda los que ingresarán estas sumas las creen insuficientes. La Orden del MINISTERIO DE LA PRESIDENCIA deja bien claro que los recargos se fijan en ausencia de acuerdo.
Los que cobran quieren más.
Los que pagamos ya hemos votado y no contamos. Toca pagar.
Pobre industria tecnológica española.
Pobres todos. Unos más y otros bastante menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario