La deslocalización que Teléfonica parece haber llevado a cabo a lo largo de los últimos años, al final se ha vuelto contra la propia empresa.
Los analistas han adecuado su precio objetivo al de mercado y Telefónica, que acumula una caída en bolsa del 21% desde febrero de 2011, ha visto rebajado su valor objetivo medio en un 22,4%, desde los 20,24 euros hasta los 15,69 como consecuencia del deterioro del escenario macroeconómico.
Un deterioro al que la empresa ha contribuido, como tantas otras, deslocalizando desde la producción hasta la atención telefónica.
Estas cosas acaban sucediendo cuando evitamos sistemáticamente que nuestros clientes puedan, eventualmente, ser nuestros empleados.
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