jueves, junio 11, 2015

Os adelanto la presentación que incluye la obra, San Nicolás de Bari y su jurisdicción eclesiástica

Aprovechando la presentación del libro "SAN NICOLÁS DE BARI Y SU JURISDICCIÓN ECLESIÁSTICA", de D. Ginés de la Jara Torres Navarrete, que correrá a cargo de su actual Párroco, D. Alfonso Garzón, que tendrá lugar el proximo viernes, 19 de junio, a las 8,30 en el Hospital de Santiago, en el aula de lectura, me permito adelantaros la presentación que incluye el mismo, y que se transcribe seguidamente, con el deseo de que fuere del agrado de todos.



PRESENTACIÓN
            I.- LA FORMA

Hoy tenemos el privilegio de presentar otra de sus grandes y dignas obras, siguiendo la misma línea de investigación en Archivos Municipales, Nacionales, Parroquiales, etc., sin bajar un ápice el rigor histórico al cual nos tiene acostumbrados su autor, manteniendo el listón solamente al nivel de los grandes historiadores. Hoy vamos a presentar su nueva publicación sobre la Parroquia de San Nicolás de Bari, edificada en Úbeda, y su jurisdicción eclesiástica. Y ello también gracias al esfuerzo y colaboración de D. Alfonso Garzón Vera, Párroco de dicha Iglesia, y promotor de esta publicación.
 Al comenzar su lectura ya nos llama la atención la impresionante biografía que atesora su autor, mi padre, derivada del esfuerzo de toda una vida plena dedicada a la cultura y muy especialmente enfocada hacia nuestra historia más próxima, la de nuestro pueblo, nuestro entorno, nuestros antepasados y su legado. Fruto de todo ello son sus importantes premios obtenidos, nombramientos y merecidos reconocimientos por distintas instituciones y entidades.
En la construcción y mantenimiento de este imponente Templo intervinieron múltiples personalidades a lo largo de su construcción y posterior uso al culto, pues no en vano las obras se ejecutan entre los Siglos XIV y XV, en cuyo transcurso tienen la oportunidad de participar varios Priores, Capellanes, Obispos y numerosos fieles bienhechores, todos ellos personas muy influyentes de su época, que colaboraron muy especialmente en la construcción y sostenimiento de sus capillas y devociones. Sin duda la ejecución material por parte de diversos artistas es innegable, dado el estilo del Templo, sus retablos, tallas, columnas, capiteles y demás elementos constructivos y ornamentales, mereciendo destacar en este punto D. Andrés de Vandelvira como uno de sus artistas mas renombrado.
La obra se estructura en diferentes apartados que se pueden agrupar a su vez en distintos capítulos, como las Capillas y altares, cofradías del ayer, hornacinas, etc. Capítulo aparte lo conforma el Real Convento de la Santísima Trinidad y sus trinitarios ilustres, así como el Convento de la Coronada, y finalmente las ermitas de la jurisdicción eclesiástica de San Nicolás, e inventario de bienes.  Un trabajo perfectamente documentado, de cuyas fuentes da debida cuenta la extensa cita de innumerable notas a pie de página que nos remiten a los legajos de donde fueron tomadas las noticias y nos aclaran o amplia la información. Se nos presenta nuevamente una obra compleja y muy elaborada por la precisión de sus datos y la profusa información que aporta, que satisface al más exigente de los historiadores y estudiosos de nuestra ciudad.
La minuciosidad con la que se describe el templo, capilla a capilla, y todos sus altares, es de tal magnitud, que nos asombra cada ínfimo detalle, con todo tipo de información, y muy especialmente los linajes de las familias que las fundaron, unido todo ello a fechas exactas en cuanto a su construcción, mejora y bienes de que estaban dotadas.
De las cofradías del ayer se hace un repaso exhaustivo de cada una de ellas, con las fechas de su fundación, presidentes y personalidades eclesiásticas relevantes de las mismas, ornamentos e imágenes que procesionaban y maestros imagineros.
Capitulo a parte es el de las hornacinas, muchas de las cuales han permanecido hasta la actualidad, destacando la del Cristo del Gallo y la de San Miguel Niño, entre otras. Igualmente son muy populares las cruces de la jurisdicción de San Nicolás, sobresaliendo la Cruz de Hierro, que aún se conserva.
II.- EL FONDO

Hemos estado construyendo templos, capillas, y catedrales imponentes. No es un juego de azar, nos mueve la fe. No se han derrochado esfuerzos ni escatimado en arte para el olvido, sino para que perdure en el tiempo tanto como seamos capaces de transmitir nuestras creencias. Y ahora todo se ha unido en una misma dirección.
Unos pusieron el esfuerzo, otros su apellido y la mayoría aportó su fe, el valor más importante que ha conseguido dar belleza a las piedras, dar vida al silencio, arrancar sudores sin esfuerzo, transmitir la inmortalidad al tiempo; unos ya se fueron, muchos aún quedan por venir, y se va pasando el testigo de padres a hijos, de generación en generación, como un valor incalculable, una herencia irrenunciable que no se nos puede arrebatar.
Son piedras que han escrito nuestra fe, son pilares que sostienen nuestras creencias, son templos que se edificaron y se sostienen con oraciones y credos. Plegarias que se rezan en silencio, muy adentro, entre los sillares que labramos día a día con nuestros corazones, para que se eleven al cielo, como los campanarios de las iglesias, como el eco que se transmite en el aire de las campañas al vuelo, en todas direcciones y sin más límite que nuestra imaginación y nuestros deseos.
Así se han construido los templos, también éste, sin pensar en limites de espacio o tiempo, sin medida ni restricción alguna en esfuerzos, cada jornada, con cada nuevo amanecer, con la mano diestra del artista que puso rostro y expresión a nuestra certeza, como si supiera descubrir nuestros pensamientos ocultos, nuestros rezos anónimos en la soledad del universo, en la pequeñez de nuestra existencia, allá sentados en el escalón último y oscuro de nuestras indecisiones.
Un espacio infinito, un lugar eterno, una obra de arte, un silencio para el recogimiento, un refugio para la desolación y el desamparo, una casa imprescindible, un lugar para volar al cielo. Para eso se construyeron los templos, también este. Un lugar de encuentro con nosotros mismos, un lugar para la fe y la oración. Un sitio a donde ir cuando no sabes a donde ir.
Así se construyeron los templos, así se escribió este libro, entre frases atrapadas en legajos polvorientos, desandando caminos olvidados, tejiendo datos y oraciones, deseos y nombres, testamentos de ancestros, pesadas losas que dejaron su inscripción para la posteridad, filigranas en piedra traducidas a nuestra voz. Todo se ha ido conformando y dando perfil para lograr conocer nuestro legado en esta obra, un esfuerzo más en la construcción de nuestra fe, en el espeso y enmarañado tejido del tiempo y el olvido. Pero se ha conseguido, hemos logrado el objetivo, se ha puesto la ultima piedra, la cruz del campanario, para que llegue también como el eco difundido en el aire, como el anhelo de la llamada esperada, el camino que perdimos, el éxtasis de la gloria, la oración final y la despedida.


FRANCISCO JAVIER TORRES LÓPEZ

miércoles, junio 10, 2015

La naturaleza, el escorpión y la fábula

Un escorpión, que deseaba atravesar un río, le dijo a una rana:

-Llévame a tu espalda.

-¡Que te lleve a mi espalda! -contestó la rana-. ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! ¡Si te llevo a mi espalda, me picarás y me matarás!

-No seas estúpida -le dijo entonces el escorpión-. ¿No ves que si te pico te hundirás en el agua y que yo, como no sé nadar, también me ahogaré?

Los dos animales siguieron discutiendo durante un rato, y el escorpión se mostró tan persuasivo que la rana aceptó cruzar el río con él. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró, y empezaron la travesía.

Llegados en medio del gran río, de repente el escorpión picó a la rana. Ésta sintió que el veneno mortal se extendía por su cuerpo y, mientras se ahogaba, y con ella el escorpión, le gritó:

-¡Ves! ¡Te lo había dicho! ¿Pero qué has hecho?

-No puedo evitarlo -contestó el escorpión antes de desaparecer en las glaucas aguas-. Es mi naturaleza.

                  (De Jean-Claude Carrière, "El círculo de los mentirosos. Cuentos filosóficos del mundo entero")

martes, junio 09, 2015

Presentación del libro sobre SAN NICOLÁS DE BARY


El próximo dia 19 de junio, vienes, tendrá lugar en el Hospital de Santiago, a las 8,30 horas, la presentación de este nuevo libro de D. Ginés de la Jara Torres Navarrete, Cronista de Sabiote y Torreperogil, hijo adoptivo de Úbeda y Torreperogil, y predilecto de la Villa de Sabiote.
El acto de presentación correrá a cargo del Párroco de San Nicolás de Bari de Ubeda, D. Alfonso Garzón.
Se trata, tal como su autor ya nos tiene acostumbrados, de una obra de investigación, con todo lujo de detalles, con todo rigor histórico, que viene a sumarse a sus otros trabajos históricos sobre Úbeda.
Quedais invitados todos los que querais asistir, y será un placer contar con vuestra presencia.


jueves, junio 04, 2015

ATARAZANAS

ATARAZANAS

Sé de calles oscuras con nombre de mujer

en cuyos adoquines quedaron atrapados sueños y silencios;

Postigos entre abiertos,

rendijas por donde solo se evade la humedad.


Callejones oscuros que regresan como pinceladas indelebles

en el devenir de nuestros errores.

Sé de abriles furtivos que nos robaron deseos y frases

que nunca fueron nuestras

y que no pudimos guardar en cajas de cartón.


Han quedado solamente los restos de una guerra perdida,

un corazón desolado, una existencia no vivida

que se debate en su tormenta como débil esquife a la deriva en alta mar.


Al volver la esquina siempre estaba la casa inhabitada,

ruinosa, con sus balcones perennemente cerrados

y su cancela desconchada, descuadrada sobre un dintel ya vencido.

Aún existe, todavía perdura en mi memoria.

¿Quien no la habita?

¿Donde se refugia el alma abandonada?

Un dolor la recorre cada día entre las cicatrices del olvido;

una vida truncada sin retorno a un punto de encuentro

condenada a repetir su fracaso.


Sé de calles oscuras,

estrechos callejones sin salida.

Sé de casas abandonadas, de ruinas, de naufragios,

de derrotas y de indecisiones que marcaron para siempre la penumbra

de tu mirada.



Fco. Javier Torres