domingo, mayo 10, 2009

NOS HA NACIDO UN LIBRO

El pasado viernes, dia 8 de mayo en curso, fue presentado en la Parroquia de Torreperogil, "Santa María la Mayor", el nuevo libro de D. Ginés de la Jara Torres Navarrete.
Se titula "NUESTRA SEÑORA DE LA MISERICORDIA, PATRONA DE TORREPEROGIL, HISTORIA DE UN AMOR".
A dicho acto acudieron numerosas personas del pueblo, así como representantes de los Ayuntamientos de Torreperogil y Sabiote. Igualmente estuvo presente el Sr. Saez Aparicio, Presidente de la Unión de Cofradías de Úbeda, y la Presidenta de la Cofradía de Nuestra Señora de la Misericordia de Torreperogil y otras muchas personalidades. Tambien estuvo representada la Casa del Pueblo, en la persona de su anterior Alcalde, el Sr. D. José Villar Crespo.
El libro se puede adquirir en diversos establecimientos de Torreperogil, sitos en la plaza de la villa y Mercado de Abastos.
Gracias al esfuerzo de Parroco, D. Alfonso Garzón Vera y de la propia Cofradia de Ntra. Sra. de la Misericordia, así como al de otras muchas peersonas, pudo ver la luz esta nueva publicación, cuyo esfuerzo intelectual se lo debemos a D. Ginés Torres Navarrete, su autor.

En el acto de presentación, Ginés Torres tuvo a bien intervenir con el siguiente discurso:


NOS HA NACIDO UN LIBRO

Mis queridos hermanos, hijos todos de este Gran Señora que es María Santísima de la Misericordia, que a la vez por la Gracia de Dios, somos nada menos que hermanos en Cristo Jesús. A todos paz y bien.

Aquí estamos codo con codo, a vuestro lado, para compartir el amor que sentimos por nuestra Madre común y Patrona nuestra la Virgen Santísima, Madre de Misericordia.

Sentimos una honda satisfacción y alegría el poder ofreceros para vuestro gozo y el de los vuestros, un libro que no es un libro cualquiera, es nada menos que la Historia impresa de María Santísima, que tanta misericordia ha derramado, derrama y derramará sobre los hijos de esto noble y laborioso pueblo, tan buen hijo de tan excelsa y solicita Madre. No hay ni habrá un solo torreño, donde quiera que lo lleve el destino, que no lleve en lo más hondo de su corazón a su Virgen querida de la Misericordia, y menos aún Torreño alguno que cruzando nuestros arrabales no vaya acompañado con una estampa de esta generosísima Señora, que es madre entrañable de los hijos que se van y de los que se quedan. A todos los lleva Ella en lo más profundo de su pecho misericordioso y bajo su manto milagroso los cobija.

Hemos repetido en múltiples ocasiones que por esta Gran Señora y esta grandísima Madre, somos capaces de echarnos tretas, dando todo cuanto somos y poseemos. Nuestra alma se agiganta cada y cuando mencionamos el Dulce Nombre de María y nuestro corazón estalla de alegría y se enternece cuando la contemplamos con ese rostro bello y comprensivo que tanta confianza nos inspira,

Son con este tres libros los obsequiados a María Santísima, en los que cantamos sus grandezas y sus cuidados por tres pueblos hermanos cuyos caseríos formen un gigantesco triángulo de distancias y de efectos. Nos nació primero en el año 1990 la "Historia de la Aparición, Romería, y Voto de Sabiote a su Patrona la Virgen de la Estrella”, con una carga documental que va del año 1250 hasta nuestros días. En 1994 ve la luz mi segundo libro sobre nuestra Soberana Señora titulado "Nuestra Señora de Guadalupe Señora de las Aguas, Patrona de Úbeda”, que comenzando con su aparición a Juan Martínez del Gavellar en 1382, que nos canta sus prodigios hasta el año 1982. Seiscientos años derramando favores sobre nuestros hermanos de Úbeda y otros muchos devotos que bajo su manto buscaron amparo. Y ahora nos nace este libro que estamos presentando en sociedad bajo el título de “Nuestra Señora de la Misericordia Patrona de Torreperogil, Historia de un Amor", la historia llana y sencilla de un amor de medio milenio de unos hijos fieles y amantísimos hasta el extremo mirándose siempre en el espejo de la más generosa de les Madres. Quinientos años de un amor sin dobleces, de todo un pueblo que además de Patrona y Protectora la tenemos por Alcaldesa Honoraria que con firmeza lleva entre sus manos el bastón de mando que sus hijos le ofrendaron. ¿Quien con más majestad y fortaleza puede empuñar su bastón, símbolo de autoridad ? ¿Quien con más equidad y justicia actuará sobre su querido rebaño, Ella que es la Di¬vina Pastora ? ¿Quien mejor que Ella nos Conducirá hacia las verdes praderas que su Divino Hijo nos tiene preparadas?

Seguros podemos estar que con una Alcaldesa que con mano firme nos gobierna en lo temporal, llegaremos a buen puerto en lo espiritual para de su mano ser presentados ente el Sol de Justicia que ese Niño precioso y vivaracho que lleva en sus brazos. Ello hará la presentación de cada uno de nosotros y ya veréis que Madre nos regaló Dios y que Alcaldesa nos conduce hasta más arriba del azul del cielo.

Para conocer con que intensidad Torreperogíl ha amado y amó a su Excelsa Patrona, tenemos que adentrarnos en las páginas de este libro. Veréis como el entonces escribano público de nuestro pueblo Alfonso de Jerica, da testimonio del primer milagro obrado por Nuestra Señora nada más pisar suelo torreño. Veréis como la Señora comienza a derramar Misericordia sobre una infeliz manquita que fue el origen de la bella advocación con la que la honramos.

Veréis cuan antiguo es el patronazgo que sobre nosotros ha ejercido y ejerce este gran Señora que hoy nos preside. Veréis como y cuando nació nuestra Cofradía, conoceremos sus antiquísimos estatutos, los bienes materiales con los que el pueblo llano la dotó, donde estuvo la famosa Oliva de la Virgen de la que contaban nuestros abuelos, que producía aceite bastante para que su lámpara ardiese noche y día, las donaciones que le hicieron sus devotos torreños y forasteros a partir del siglo XVI, la fundación de las capellanías en la ermita del Espinar, como llega la advocación de la Misericordia a Sierra Morena o a las minas de Vilches, todo lo referente a su ermita como es la construcción de la Capilla Mayor que aún se conserva, cuando y por quien se labró la medía naranja, tan bella como impresionante, el maestro cantero que cinceló el desaparecido pórtico de tan bellas arcadas, quien construyó la vivienda de los santeros, como y cuando se labró el camarín de Nuestra Señora, uno de los más bellos de nuestra Diócesis, obras de conservación, la reedificación de nueva planta de la actual cuerpo de iglesia con aquellos espectaculares operaciones jornal, teja, ladrillo y pavimento, y aquellos desfiles de escolares portando bajo sus frágiles brazos una teja o un ladrillo, muchas de ellas firmadas.

Los favores y las gracias que Nuestra Señora ha derramado sobre nosotros son incontables como veréis el adentraros en estas páginas. Pero no podemos desaprovechar histórico momento en que sus hijos nos hallamos en torno a Ella, sin dar a conocer tres hechos milagrosos ocurridos en un ayer no lejano. Era el año del Señor de 1855 cuando por estas tierras se cernía la mayor de las calamidades entonces conocidas. Un día hizo acto de presencia por estas lomas el cólera morbo asiático. Estaba entre los nuestros don Antonio de Benavides y Fernández de Navarrete conocido ministro de la Corona nada menos que tres veces, cuando el cólera le alcanzó, pero como única tabla de salvación se puso bajo el manto de nuestra Virgen de la Misericordia. La presencia de don Antonio estaba justificada: había adquirido las propiedades que en nuestro pueblo poseyó el conde duque Santisteban habitando por ende la llamada Case del Conde, Don Antonio se salvó de una muerte segura, y noticioso su hermano el famoso Cardenal Benavides, Arzobispo de Zaragoza, una de las veces que pasó por el carriel de La Loma se llegó hasta el Santuario de La Misericordia y le ofrendó la Cruz Pectoral que llevaba en su pecho.

Otro milagro mil veces referido por nuestros mayores fue el obrado en la persona del General de la Torre, Don Sebastián de la Torre del Villar; nació en Torreperogil el 5 de febrero de 1842. General de División de infantería, fue éste el último Gobernador Militar de Filipinas.

Cuando los Estados Unidos de Norteamérica declararon la guara a España, estos se unieron a los rebeldes filipinos a los que el General de la Torre causó varios descalabros militares. Rendidas nuestras fuerzas buscaron sin descanso al General responsable de la defensa de aquellas islas. Disfrazado de campesino en la Isla de Mindanao, don Sebastián iba campo a través al puerto para ver el modo de salvar su vida. Cuando en su empeño se hallaba agotado por la sed y el hambre, salió a su encuentro una hermosa Señora llena de dulzura y majestad que le dijo: “Hijo, no desmalles, que yo te protegeré. Apresúrate que en el puerto hay un barco presto para zarpar”. Sacando fuerzas y animado por la Señora, alcanzó el buque de nombre “Ciudad de York”, viéndose libre del pelotón que lo perseguía. Pero como ya estaba bajo bandera inglesa no hubo lugar a la detención. Cuando el General de la Torre sacó su cartera y vio en ella la estampa de nuestra Patrona, cayó en tierra bañándola en lágrimas de agradecimiento. Ya en nuestro Pueblo la primera visita fue a la Virgen, y de bruces ente Ella dejo caer a sus platas su sable y sus medallas. Cuentan que envuelto en lágrimas susurró: “Señora Mía, que torpe estuve cuando te tuve a mi lado”.

Otro torreño salvado por nuestra Señora de aquella tragedia que fue el desastre colonial fue don Bartolomé Martínez Malo, que fue sobrestante de ferrocarriles en Filipinas. Hijo de don Diego Martínez de la Torre, farmacéutico en Torreperogil en 1896, pudo también salvarse de aquella tragedia pero cuando el barco estaba en alta mar rumbo a nuestro continente, una fuerte tormenta estuvo a punto de hundirlo. Muy hijo de Nuestra Señora, don Bartolomé se asió a una estampa que llevaba y rezando fervorosamente el Santo Rosario la tripulación pudo ver como las aguas se calmaban arribando felizmente el puerto de Cádiz. Agradecido mandó labrar a un artífice de Córdoba un barquito en agradecimiento.

En este libro tenéis el fruto de largas horas de trabajo en la búsqueda del dato en archivos y bibliotecas. No hemos hecho lo que queríamos por haber quedado huérfanos de nuestros fondos documentales, pero sí del agua derramada bastante hemos recogido,

Pero de este esfuerzo Intelectual no sentimos orgullo alguno, sí de haber dado a conocer algo que todos ignoraban en estos tres pueblos hermanos que son Sabiote Úbeda y Torreperogil, pueblo el primero donde nacimos y que por generosidad de su Ayuntamiento somos Hijo Predilecto, que no por nuestros méritos. Úbeda donde vivimos casi una docena de años donde igualmente se nos adoptó también sin merecerlo, y Torreperogil, que me regaló la mujer que me ha hecho feliz, que me dio cuatro hijos de los que nos sentimos tremendamente orgullosos, y todos sus habitantes que nos abrieron sus brazos y nos acogieron, me dieron su amistad y acabaron adoptándome, declarándome, por tanto, un torreño más.

A este trio de amores hemos correspondido dando a conocer la Historia de su ayer y de sus Patrones por las que viven y se desviven. A cambio de mis sacrificios solo pedimos a la Santísima Virgen que ampare a sus habitantes y no les falte nunca el pan, la sal, ni el agua. Muchas gracias por vuestras atenciones, que intentaremos pagar queriéndonos a corazón abierto, Que disfrutéis con su lectura y os sintáis felices.



Ginés TORRES NAVARRETE

Cronista. Hijo Predilecto de Sabiote y Adoptivo de la Ciudad de Úbeda y Villa de Torreperogil

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